La semana pasada algunos usuarios anónimos publicaron en 4chan que contaban con decenas de miles de imágenes privadas robadas a usuarios de Snapchat. La pesadilla que vivieron varias actrices de Hollywood cuyas fotografías íntimas fueron robadas y filtradas podría repetirse, pero esta vez con menores de edad, el público principal de Snapchat
Es un asunto muy grave porque el 50% de usuarios de Snapchat son menores de edad: tienen entre 13 y 17 años. De hecho, gente que ha visto las fotos y vídeos asegura que muchas de ellas pueden considerarse pornografía infantil. Las propias víctimas han bautizado el escándalo como The Snappening.
La compañía no tardó en responder explicando que sus servidores no habían sido violados en ningún momento, y que un acceso ilegítimo como ése solo podía producirse a través de aplicaciones de terceros a las que los usuarios cedan las credenciales de su cuenta en Snapchat. El equipo de la app aprovechó para recordar que no aprueba el uso de estas aplicaciones. Algunos expertos de seguridad criticaron entonces esa ‘minibronca’ de Snapchat, alegando que la startup no solo debía echar balones fuera, sino que también tendría que haber formado más a su público en estas nociones de seguridad.
“Por desgracia, estas aplicaciones que solicitan a los usuarios su nombre y contraseña de inicio de sesión en Snapchat, los utilizan con frecuencia para enviar o recibir snaps en su nombre y acceder a la información de su cuenta”, explica la entrada. “Cuando proporcionas tus credenciales de usuario a una app de terceros, estás permitiendo a un desarrollador y, posiblemente, a un delincuente que acceda a tu información de cuenta y envíe datos en tu nombre”, advierten.
Desde Snapchat indican que ése es el motivo por el que todavía no permiten que nadie acceda a su API. “Construir un ecosistema para aplicaciones terceros seguro y fiable lleva mucho tiempo y recursos”, señalan. “Nos alegra el interés de muchos en desarrollar para nuestra plataforma, pero necesitamos tomarnos tiempo para hacerlo de la forma correcta”, aclaran.
¿Qué significa esto, entonces? “Significa que, hasta que abramos el acceso a nuestra API, cualquier aplicación que, sin ser nuestra, ofrezca servicios relacionados con Snapchat, viola nuestros términos de uso y no es fiable”, resumen desde el equipo de la compañía. “La mejor manera de que nuestra comunidad siga siendo un lugar seguro es una combinación entre medidas de seguridad y sentido común”, defienden, y añaden que, por su parte, seguirán trabajando para mejorar la seguridad de Snapchat e insistiendo a Google y Apple para que borren las apps de terceros de sus app stores.
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