Nadia está intrigada. Abrió su Facebook y tiene una solicitud nada más y nada menos que de su jefe. Si fueras ella... ¿Lo aceptas? -Sabrá mi vida, piensas. -Pero, si no lo acepto, ¿estaré cometiendo una grosería? ¿Afectará mi carrera laboral?
Las redes sociales, por definición, son “comunidades virtuales donde sus usuarios interactúan con personas, a nivel mundial, compartiendo gustos o intereses en común. Éstas funcionan como una plataforma de comunicación digita-interactiva”.
De acuerdo con los headhunters, es un arma valiosa de reclutamiento y selección de personal; para los directores de RRHH son un medio para conocer mejor a su personal y, para algunos directivos, el medio perfecto de control.
Para Nadia, los problemas han dejado de estar en la nube, pero con frecuencia, Mariano -su jefe- le pregunta por qué no la ha agregado a sus “amigos”. Hasta ahora, con evasivas, cambios de tema y distractores, ha logrado mantener apartado este tema, sin embargo, ella sabe que es cuestión de tiempo para que tome una solución. ¿Qué tan profesional es combinar tu vida laboral con la profesional? ¿Debes agregar personas del trabajo a tus redes sociales? ¿Qué hacer cuando tu jefe insiste en ser tu “amigo cibernético”?
Aunque pareciera tonto hablar de ello, las redes sociales se han convertido en un tema delicado que todos los profesionistas deberían tratar. “Las redes sociales han dejado de ser el medio perfecto para hacer amigos, convivir de manera simultánea y sociabilizar. Son el reflejo de lo que tú quieres vender de tu persona, son un canal de comunicación de nuestra imagen pública. Si lo publicas, es porque quieres que la gente lo vea, es lo que quieres comunicar”, comenta Renata Roa, consultora en Imagen Pública y Comunicación Facial.
En Estados Unidos, como en otras partes del mundo, pertenecer a las redes sociales son un requisito para la contratación de cualquier empresa y, de igual forma, uno de los motivos de despido para algunos casos. En México, la situación no es muy diferente, comenta Roa. Entonces, ¿hasta dónde debemos mezclar lo personal y lo profesional en las redes?
Al respecto, Roa asegura que para tener una vida social sana en las redes, lo primero que debes tomar en cuenta es qué tan congruente es tu vida personal con tu vida laboral. “Si eres alguien que actúa tal cual en la oficina como fuera de ella, no va a ser extraño que tus compañeros y jefes vean fotografías tuyas en fiestas y con el clásico vaso rojo. El verdadero problema radica cuando existe una diferencia entre lo que realmente haces y lo que dices hacer”.
De acuerdo con un estudio realizado por investigadores alemanes, las redes también se han convertido en el medio perfecto para estresar, manipular y envidiar; se han convertido en un tema de sensibilidad. También hay que tomar en cuenta este tema, agrega la experta, esto de seguir o no, de bloquear o no se ha convertido en algo catastrófico. Me dejó de seguir, me declaró la guerra.
Queda claro que combinar la vida laboral con la profesional puede ser tema delicado. Para ello, Renata Roa nos brinda algunos tips que te ayudarán a saber si la información que publicas es la adecuada para vivir estas vidas paralelas.
¿Seguir a tu jefe o no?
La respuesta es: depende de ti. Hay que recordar que las redes son el camino perfecto para que conozcan qué haces dentro y fuera de la empresa. Sin embargo, agregar a alguien o no, siempre será una decisión personal.
• Si no lo agregas. La experta recomienda tener un poco de atención al respecto. Pues a pesar de no tener compromiso alguno, el tema de la sensibilidad hay que tratarlo con delicadeza. “Es recomendable darle una pequeña explicación a tu jefe. Puedes decir que esperas que tu perfil sea familiar y privado, que mejor se pueden seguir en otras redes”. Otra opción, muy recomendada, es crear otro perfil donde controles tus publicaciones de manera específica, así podrás agregar a gente de tu vida laboral.
• Si lo agregas. Lo primero que debes tomar en cuenta es que existen implicaciones de por medio. Debes cuidar tu imagen, comenta Roa, hay que tener cuidado en lo que publicas, en lo que dices, en cómo lo dices y, sobre todo, las fotografías que agregas y donde permites que te agreguen. “No se trata de dar doble discurso, se trata de ser profesionistas”.
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