Junto con los grandes beneficios que trajeron las Redes
Sociales en términos de la comunicación a nivel empresarial, también llegaron
otros no tan agradables que requieren de atención adicional por la connotación negativa
que conllevan, como parte de un plan de manejo de crisis en Internet.
Para sorpresa de algunas empresas, su entrada en redes sociales no ha sido tan suave y tersa como pensaban, ya que las quejas de la
gente vienen a complicar su presencia en ellas, y en muchos casos no están
preparadas para enfrentarlas, de ahí que surjan algunos dilemas al momento de
responder.
A continuación algunos te presentamos algunos de ellos.
¿Puedo borrar comentarios negativos?
Esta situación es mucho más complicada de lo que parece a
simple vista, ya que depende en gran medida de lo que la marca esté dispuesta a
aceptar en sus perfiles. El problema de borrar un mensaje no es el hecho en sí,
sino la interpretación que da el que lo publica y los que lo vieron ya se
interpreta como censura.
Sí se pueden y deben borrar mensajes, cuando estos rebasen
los límites PRE establecidos por la marca, o sea que desde antes se haya
estipulado los motivos por los cuales se procede a eliminarlo.
Algunas empresas destinan una tab en Facebook para dejar
esto en claro, otras lo colocan como parte de la información de perfil, a fin
de que quede establecido para la audiencia.
¿Le respondo a todos o a ninguno?
En realidad tendría que haber un punto intermedio, ya que
responder a todos los comentarios podría llevarnos en ocasiones a enfrascarnos
en conversaciones sin sentido, ya que hay personas que se dedican a poner a prueba
a los Community Managers a partir de saturarlos con preguntas absurdas, o
incluso hay gente que confunde la respuesta en redes sociales con un área de
soporte técnico o de ayuda en línea y, a menos de que la empresa quiera que así
sea, el responder a todo puede resultar en un problema.
Por el contrario, no responder puede mandar el mensaje de
que a la empresa no le importa la opinión de la gente, y a menos que sea muy
atractivo el contenido que publica, probablemente el público termine por abandonarlos.
Lo ideal es elegir los mensajes que vale la pena responder,
no por gusto, sino por importancia y conveniencia para la marca. Por ejemplo en
marcas que reciben todo el día muchas quejas, lo ideal es responder algunas menos
comprometedoras de manera pública y las demás tratar de abordarlas mediante
mensajes directos o privados, ya que el responder de manera pública a algo que
no le conviene a la empresa, puede propiciar que con la respuesta que demos,
estemos informando a quienes no tenían idea de la situación y al final resulte
en nuestra contra.
¿Ignoro o considero a los Trolls?
Es difícil describir a un Troll, pero podría decir que son
esas personas que ocupan mucho de su tiempo para atacar de manera sistemática a
otras cuentas en redes sociales, principalmente empresas, aunque también lo
hacen con gente.
Hay un dicho “No alimentes al Troll” y tiene que ver con el
hecho de no ponerle atención para no incentivarlo. Los Trolls pueden aportar
mucho aprendizaje respecto a lo negativo que tiene nuestra marca, ya que su
posición tan radical refleja una visión de lo malo que podríamos llegar a ser,
así que si se sabe aprovechar, esta información puede ayudar para no llegar a
eso.
Es mejor contactar a los Trolls de manera directa, sin
ofrecer regalos ni dádivas, por el contrario, es mejor pedirle más detalles,
mostrar que tenemos interés en su opinión y no prometerles que vamos a cambiar,
ya que de no hacerlo o hacerlo de manera diferente, le estaríamos dando
argumentos adicionales. En lugar de promesas, funciona muy bien el decir que
tomaremos en cuenta su opinión y que si tiene algo más que quiera comentar lo
puede hacer directo en un correo electrónico de la empresa o la agencia.
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